sábado, 8 de marzo de 2014

A quien creerle por fin?


Mientras la policía acusa a los jueces de ser benignos porque excarcelan con facilidad a los imputados, los jueces se defienden alegando que falta de consistencia de las acusaciones y la falta de evidencias no les deja otro camino que soltar a los reos. Sin embargo, a pesar de esta situación, la población carcelaria sigue aumentando de año en año en proporciones tales que preocupan al Ministerio Público. Este crecimiento parecería contradictorio si se toma en cuenta que, según la Policía, hay benignidad en la justicia.


Pero a este intrincado polinomio ha entrado una variable que no habíamos tomado en cuenta. Abogados consultados afirman que la culpa de la sobrepoblación carcelaria es de los fiscales, porque piden medidas de coerción por casos que no ameritan más que presentación periódica o pago de garantía económica. ¿De qué lado estará la razón?

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